La regeneración de agua para su uso en agricultura es una solución real y sostenible para combatir la escasez hídrica. El aprovechamiento en la agricultura de un recurso de alta disponibilidad como el agua residual, permite a los productores tener un mayor acceso a agua de riego e incrementar su producción. Sin embargo, es vital asegurar que esta agua cumpla los parámetros de calidad necesarios, los cuales serán más restrictivos tras la entrada en vigor del Reglamento Europeo sobre Regeneración de Aguas para Riego Agrícola.

El Reglamento establece estándares mínimos de calidad del agua. Estos estándares incluyen requisitos referentes a la cantidad y frecuencia de los análisis de calidad del agua, así como a los parámetros físicos, químicos y microbiológicos que deben ser monitoreados y controlados. Este nuevo reglamento introduce nuevos parámetros a controlar, como la demanda biológica de oxígeno (DBO5) y endurece los límites de algunos ya existentes, como la bacteria E.coli.

También establece una frecuencia de controles para estudiar la eliminación de virus colífagos, nematodos intestinales o esporas de clostridium.

El objetivo es asegurar que el agua regenerada sea de calidad adecuada para no afectar la salud humana ni el medio ambiente, y ser eficaz para el crecimiento de los cultivos.

El agua residual suele ser difícil de tratar debido a los altos niveles de partículas orgánicas y filamentosas, que no solo son difíciles de retener sino también de eliminar de los medios de filtración durante el retrolavado. Esto hace que sea sumamente importante elegir un sistema de filtración capaz de trabajar con aguas con alta carga orgánica sin pérdida de eficiencia.

Es importante conocer las particularidades de cada caso y estudiarlo para ofrecer la solución óptima. Si bien, podemos encontrar múltiples casos de éxito de reutilización de agua que ha sido tratada incorporando sistemas de filtración de discos asistida por aire, como AZUD HELIX AUTOMATIC AA.

Esta tecnología, realiza las limpiezas con aire, garantizando un buen resultado del proceso incluso cuando se trabaja con aguas de la peor calidad. Su sistema de contralavado es capaz de trabajar con aguas con alta carga orgánica. Todo ello con un mantenimiento mínimo y sin necesidad de herramientas especiales. La autonomía del sistema de filtro automático asistido por aire es probablemente una de sus principales ventajas, ya que evita desplazamientos de personal y mano de obra, lo que repercute en una disminución del coste de mantenimiento y ahorro muy importante.

 

Fuente: AZUD