Un equipo de investigadores ha logrado modificar genéticamente un microorganismo marino capaz de descomponer el tereftalato de polietileno (PET), un plástico ampliamente utilizado en envases y ropa que contribuye a la contaminación de los océanos por microplásticos. Para lograr esto, los científicos trabajaron con dos especies de bacterias, una de las cuales prospera en agua salada y la otra produce enzimas que pueden descomponer el PET. Tomaron el ADN de la bacteria que descompone el PET y lo incorporaron en un plásmido, una secuencia genética que puede replicarse en una célula. Al introducir el plásmido en la bacteria que prospera en agua salada, lograron que esta última produjera las enzimas necesarias para descomponer el PET en un ambiente marino a temperatura ambiente.

Este avance es significativo, ya que es la primera vez que se logra que este tipo de organismo modificado genéticamente exprese enzimas foráneas en su superficie.

Aunque es un paso importante, aún quedan desafíos por superar, como incorporar el ADN de la bacteria que descompone el PET directamente en el genoma del organismo modificado, modificarlo para que pueda alimentarse de los subproductos de la descomposición del PET y producir un producto final útil a partir del PET descompuesto. No obstante, esta investigación representa un avance prometedor en la búsqueda de soluciones para abordar la contaminación plástica en ambientes marinos de manera más efectiva y sostenible.

 

Fuente: Universidad Estatal de Carolina del Norte