
En los Estados Unidos, los sistemas públicos de agua a veces añaden fosfato para reducir los niveles de cobre y la corrosión de las tuberías de plomo. Esta práctica puede ayudar a evitar desastres humanitarios como la crisis del agua de Flint, pero debido a que el fósforo puede contribuir a la eutrofización, podría dañar los ecosistemas acuáticos locales.
Por ejemplo, el fósforo puede ingresar al medio ambiente cuando las tuberías tienen fugas o cuando la gente riega el césped, pudiendo llegar a los ríos, lagos y aguas subterráneas. Sin embargo, se desconoce exactamente cuánto fósforo se ingresa al medio ambiente desde el suministro público de agua, lo que dificulta abordar esta fuente de contaminación.
Un nuevo estudio estimó por primera vez cuánto fósforo ingresa al medio ambiente desde el suministro público de agua de los EE. UU. Con datos de 2015, el equipo analizó las concentraciones empleadas por los sistemas públicos de fosfato, los datos de las instalaciones del sistema público de agua, el volumen de agua suministrada por estas instalaciones y las estimaciones de la cantidad de agua que se pierde debido a fugas.
Aproximadamente entre el 5 % y el 17 % del agua suministrada con fosfatos se filtró de la red de agua y entre el 5 % y el 21 % se utilizó al aire libre (para regar). Por otro lado, en algunos condados el fósforo que ingresó al medio ambiente desde el suministro de agua podría exceder el fósforo proveniente de fuentes puntuales como plantas de tratamiento de aguas residuales o fuentes difusas como el uso de fertilizantes agrícolas.
El suministro público de agua generalmente no se incluye en los estudios de distribución de fuentes de fósforo, y los autores esperan que sus nuevos hallazgos puedan ayudar a los legisladores a desarrollar estrategias de gestión de fósforo más efectivas.
Fuente: American Geophysical Union
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