El pasado 5 de agosto fue publicada en el Diario Oficial de la Unión Europea la Comunicación 2022/C 298/01, como apoyo a la aplicación del Reglamento 2020/741 relativo a la reutilización del agua para riego agrario y que será aplicable a partir del 26 de junio de 2023.

El día 08/12/2007 se había publicado en España el RD 1620/2007 de 7 de diciembre que establecía el régimen jurídico de la reutilización de las aguas depuradas, y en el 2010 el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino publica una Guía para la aplicación de dicho RD.

A nivel comunitario, en la Directiva Marco de Aguas (DMA) se incluye la reutilización del agua entre las medidas complementarias que se pueden incluir en el programa de medidas a aplicar en cada demarcación hidrográfica con el fin de cumplir los objetivos establecidos en el artículo 4 de la DMA.

Los recursos hídricos de la UE se ven cada vez más sometidos a presión. Esto conduce al estrés hídrico, que se produce cuando los recursos hídricos son insuficientes para satisfacer las necesidades, y también provoca un deterioro de la calidad del agua. Asimismo, el cambio climático, los patrones meteorológicos imprevisibles y las sequías están contribuyendo significativamente a la presión sobre la disponibilidad de agua dulce.

La climatología en España, donde existen zonas de baja pluviometría y largos periodos de sequía, obliga a racionalizar y optimizar la gestión del recurso. Esta condición, junto con el aumento de la demanda, provoca la necesidad de buscar nuevos recursos complementarios o alternativos. Las aguas residuales depuradas y regeneradas son un recurso viable y óptimo.

La reutilización de aguas regeneradas está ampliamente reconocida como una práctica que ayuda a gestionar los recursos hídricos de manera más eficiente y a adaptar nuestros sistemas al cambio climático, en consonancia con la estrategia de la UE establecida en el Pacto Verde Europeo.

El beneficio más importante en el ámbito social derivado de la reutilización de las aguas es la posibilidad de reservar el agua de mejor calidad para los usos más exigentes tales como la producción de agua potable. Disponer de agua potable es un objetivo prioritario que no siempre es fácil de asegurar, especialmente en países como España que sufre un déficit de agua acusado.

Además, con carácter general disponer de agua regenerada garantiza un suministro que no está sometido a los vaivenes climáticos ni entra en competencia con usos prioritarios como el abastecimiento. Dicha garantía es importante para sectores especialmente sensibles al déficit hídrico como son la agricultura o la industria.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) en su documento “WHO Guidelines for the safe use of wastewater, excreta and greywater” relaciona los Objetivos de Desarrollo del Milenio con la reutilización del agua. Considera la reutilización del agua como un recurso estratégico y de especial valor en zonas donde existe estrés hídrico, siempre y cuando se asegure la salud pública y la protección del medio ambiente. Y señala como ventajas:

  • La reducción de las presiones sobre el recurso
  • La reducción de los riesgos sobre la salud para los usuarios aguas abajo
  • El mantenimiento de la calidad de los ecosistemas.

El reglamento sobre la reutilización del agua establece requisitos mínimos uniformes de calidad del agua para la reutilización segura de las aguas residuales urbanas tratadas en el riego agrícola. Unos requisitos mínimos armonizados también garantizarán el buen funcionamiento del mercado único de los productos agrícolas y reforzarán la confianza de los consumidores.

En virtud de este reglamento, las aguas residuales urbanas tratadas de conformidad con los obligados de la Directiva 91/271/CEE sobre el tratamiento de las aguas residuales urbanas deben someterse a un tratamiento adicional para cumplir los nuevos parámetros mínimos de calidad y ser adecuadas para su uso en la agricultura.

Además de los requisitos mínimos uniformes para la calidad del agua, el reglamento también establece requisitos mínimos de control uniformes, normas de gestión del riesgo para evaluar y abordar los posibles riesgos adicionales para la salud y el medio ambiente, la obtención obligatoria de permisos, y normas sobre transparencia, en virtud de las cuales debe ponerse a disposición del público información clave sobre todos los proyectos de reutilización del agua.

El reglamento exige que la Comisión Europea, en consulta con los Estados miembros, elabore directrices para respaldar su aplicación. La comunicación establece dichas directrices, y se ha elaborado en estrecha cooperación con el Grupo de Trabajo sobre Reutilización del Agua, creado en el marco del Grupo de Coordinación Estratégica para la Política del Agua, cuyos miembros incluyen a algunas autoridades de los Estados miembros y organizaciones de partes interesadas.

Estructura

La estructura del Comunicado de la Comisión en el que se establecen las Directrices para apoyar la aplicación del Reglamento 2020/741 relativo a los requisitos mínimos para la reutilización del agua. Establece en la sección 2 de las directrices recoge las obligaciones generales y administrativas establecidas por el reglamento, incluido su ámbito de aplicación. Mientras que la sección 3 aborda los aspectos más técnicos.

 

Fuente: DOUE