
Según el nuevo documento «What If» del Foro Económico Mundial (FEM), titulado: Circular Cities: Una economía circular del agua para ciudades más limpias, ecológicas, saludables y prósperas. Es necesario realizar una gestión del agua de tal manera que se fomente una economía circular y las ciudades hasta ahora lineales se conviertan en ciudades circulares. En este documento se dan cinco recomendaciones para hacer esa transformación a una ciudad circular.
Elaborado en colaboración con la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación, el documento forma parte de una nueva serie del Foro Económico Mundial (FEM) para destacar nuevas formas de pensar sobre los recursos hídricos mundiales.
Las ciudades circulares
La creación de ciudades circulares con el agua como eje central creará puestos de trabajo y proporcionará una mejor resiliencia al cambio climático. En estas ciudades no existen las aguas residuales, ya que se aprovecharían al máximo sus recursos. Gestionar el agua de forma eficiente permitirá a las ciudades cerrar el círculo mediante la reutilización del agua.
Según el documento, «las ciudades se enfrentan a un reto con el aumento del estrés hídrico, afirmando que algunas ya se están quedando sin agua. Si no se realiza ningún cambio, 45 ciudades con más de tres millones de habitantes se enfrentarán a un estrés hídrico extremadamente alto en 2030».
Una de cada cuatro ciudades (que representan más de 4 billones de dólares de actividad económica) ya sufren estrés hídrico. Lo mismo ocurre con el 70% de las megaciudades del mundo.
Es necesario usar el agua como un catalizador para desbloquear múltiples claves que abarcan estos temas urgentes para lograr una economía global más equitativa y sostenible.
Hacer el agua circular y potenciar el capital natural
El FEM afirma que el problema es el diseño de las ciudades. En la actualidad, el agua se utiliza de forma lineal: se capta, se utiliza y se desecha. Esto debe de cambiar en la situación de cambio climático actual que estamos.
Además de destacar el potencial de recuperación de recursos del agua urbana, las ciudades deben utilizar el agua para mejorar el «capital natural» a través de los espacios urbanos. Los estanques, arroyos y lagos, son lugares que impulsan la biodiversidad. Además, son lugares más deseables para vivir ya que mejora la calidad de vida y el bienestar mental de los habitantes de las ciudades.
Al invertir en la circularidad del agua, se impulsaría la creación de nuevos puestos de trabajo en industrias «verde-azules».
Nuevas infraestructuras
El documento hace referencia a infraestructuras circulares como la Potsdamer Platz de Berlín, que utiliza tejados verdes, estanques de amortiguación y cisternas de aguas pluviales para ayudar a reducir las temperaturas estivales en dos grados.
En París se han aprovechado las fuentes de agua urbanas para refrigerar los edificios. Un ejemplo es el Climespace, que obtiene el 50% de sus necesidades de refrigeración del río Sena, lo que supone una reducción del 35% de la electricidad y del 50% de las emisiones de CO2.
La UNESCO incluía a París, así como otros cuatro ejemplos de ciudades que han puesto ya en marcha planes circulares.
Cinco recomendaciones para impulsar la circularidad del agua
- Apoyar a un grupo líder de ciudades comprometidas con un porcentaje de infraestructura de agua circular para 2030. El documento mencionaba a China como un país donde «ya ha empezado», con su proyecto de Ciudad Esponja, en el que el 80% de las zonas urbanas deben aprovechar y reutilizar el 70% del agua de lluvia.
- Formar una red de «100 ciudades circulares» siguiendo el modelo de las 100 ciudades resilientes o la red C40. Combinando las ciudades candidatas junto con las ciudades en riesgo, mejoraría el aprendizaje y la red de adopción de mejores prácticas.
- Establecer zonas económicas circulares «azules», con exenciones fiscales y aranceles más bajos, como las zonas de libre comercio. Se recomienda situar los polígonos industriales y los nuevos distritos urbanos integrados con la economía circular del agua como eje central.
- Aumentar la educación y la concienciación a nivel mundial sobre el agua y la circularidad. Es necesario educar sobre el reciclaje del agua, así como sobre la necesidad de que las empresas de alimentos y bebidas utilicen incorporen el agua reciclada.
- Financiar los resultados de la circularidad del agua en las ciudades. Los bonos azul-verde y otros incentivos financieros deben buscar la alineación de los objetivos ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) del agua. Además, los inversores inmobiliarios deben animar a las ciudades a adoptar enfoques circulares.
Fuente: WeForum
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