Un nuevo estudio midió los niveles de manganeso en el agua del grifo residencial de una comunidad de Holliston, Massachusetts, y encontró que las concentraciones de manganeso ocasionalmente excedían el nivel máximo de seguridad recomendado en las pautas estatales y federales.

El manganeso es un contaminante no regulado que se encuentra a menudo en el agua potable, pero actualmente se desconocen los niveles seguros de este metal, y las investigaciones anteriores han indicado que la sobreexposición al manganeso puede ser perjudicial para los niños.

Ahora, un nuevo estudio dirigido por investigadores de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Boston (BUSPH) descubrió que las concentraciones de manganeso en el agua potable de una comunidad de Massachusetts a menudo superaban los niveles máximos recomendados.

Publicado en el Journal of Exposure Science & Environmental Epidemiology, una publicación de Nature, los hallazgos también sugieren que los niveles de manganeso observados pueden ser lo suficientemente altos como para representar un riesgo para los niños y otras comunidades vulnerables que están expuestas.

El manganeso es un componente natural del suelo y las rocas, y es tanto un nutriente esencial como una sustancia tóxica, por lo que una exposición demasiado pequeña o excesiva puede ser perjudicial para la salud. A pesar de que el manganeso se encuentra en el agua potable de muchas comunidades en los EE. UU., no está regulado por el gobierno federal. La Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. ha desarrollado pautas que identifican un nivel máximo de exposición diaria al manganeso con fines «estéticos» (es decir, color y sabor), así como para la salud y seguridad general de la población en general. Pero estas pautas son solo recomendaciones; no se pueden hacer cumplir de la forma en que se pueden hacer cumplir las normas primarias establecidas.

Para comprender mejor los riesgos para la salud de la exposición al manganeso en el agua potable, se recomienda que los legisladores y otros investigadores aumenten el monitoreo del manganeso en el agua, realicen estudios de salud sobre esta exposición en las comunidades y consideren un estándar aplicable.

 

Fuente: Escuela de Salud Pública de la Universidad de Boston