La principal fuente de agua proviene de agua subterránea, abasteciendo a casi la mitad de la población del planeta. Esto hace que este recurso se encuentre en una vulnerabilidad crítica poniendo en peligro el acceso al agua potable y el agua de riego a millones de personas.

Tras un estudio realizado por un equipo de investigación de la Universidad de California en Santa Bárbara (UCSB). Se han recopilado 39 millones de pozos en más de 100 bases de datos de 40 países. Los datos obtenidos en el artículo, indican que entre el 6% y el 20% de los pozos están a menos de 5 metros del nivel freático, hecho que implica un elevado riesgo de secarse si el acuífero del que proviene disminuye su nivel de agua. El bombeo insostenible de estas aguas también es otra de las causas de agotamiento de este recurso.

Según los autores del estudio publicado por la revista Science » la vulnerabilidad crítica que presenta este recurso hídrico supone una amenaza inminente para el agua potable y un riego en la actividad agrícola para miles de millones de personas».

Debra Perrone, profesora del Programa de Estudios Ambientales de Universidad de California en Santa Bárbara (UCSB) índica que «no hay una solución única, sin embargo hay muchas oportunidades que, juntas, nos llevarán por el camino de una gestión sostenible. Por ejemplo, podemos reducir la demanda mediante cambios de comportamiento o la adopción de tecnologías de ahorro. También es posible crear mercados de agua que apoyen a un uso equitativo y eficiente o aprovechar el exceso cuando esté disponible y utilizarlo para recargar nuestros pozos».

Así como la necesaria gestión sostenible de estas aguas subterráneas. Reduciendo la demanda mediante cambios de comportamiento o la adopción de tecnología de ahorro para poder garantizar este recurso a todas las personas.

Scott Jasechko profesor de ciencias y Gestión medioambiental de la UCSB y coautor del artículo publicado comenta que «el bombeo insostenible de las aguas subterráneas es, por desgracia, la causa del agotamiento de las mismas en muchas zonas del planeta».

Además, existe otro problema, y es que  la recogida de datos no ha sido fácil ya que no existe un seguimiento real de estos pozos. Así como aquellos pozos de nueva construcción que se hacen a menor profundidad provocando aún mayor riesgo de secamiento. Todo esto conlleva a la mala gestión o gestión nula de estas aguas subterráneas, aumentado la escasez de los recursos hídricos.

Fuente: UCSB