
Una revisión exhaustiva de casi 1000 estudios sobre el impacto del cambio climático y eventos climáticos extremos en los ríos de todo el mundo ha revelado un efecto negativo generalizado en la calidad del agua de los ríos a nivel global. Realizada por un equipo internacional de expertos, con participación de la Universidad de Adelaida y dirigido por la Universidad de Utrecht en los Países Bajos, esta revisión analizó investigaciones de todo el mundo realizadas entre 2000 y 2022.
Los hallazgos indican que el cambio climático a largo plazo ha elevado la temperatura del agua y los niveles de algas en aproximadamente el 56% de los estudios revisados, contribuyendo a una disminución general de los niveles de oxígeno disuelto en el agua de los ríos. Además, se encontró que las sequías y las olas de calor han aumentado la salinidad y concentraciones de contaminantes, como productos farmacéuticos.
Los expertos expresaron su preocupación por los efectos graves que el cambio climático ya está teniendo en la calidad del agua a nivel mundial. Los ríos desempeñan un papel esencial como ecosistemas y fuentes de agua para beber y la agricultura, y la mala calidad del agua puede hacer que el agua de los ríos no sea apta para estos usos.
En particular, se mencionaron los impactos en Australia, donde durante la sequía del milenio entre 2007 y 2020, el río Murray y los lagos inferiores experimentaron niveles inusualmente bajos y una mala calidad del agua, incluyendo una fuerte salinización y acidificación. Estos eventos también causaron graves consecuencias ecológicas, como la muerte de peces en el río Lower Darling en 2019.
La Dra. Michelle van Vliet, directora de la investigación, destacó la necesidad de recopilar más datos sobre la calidad del agua en países no occidentales, ya que la mayoría de los estudios actuales se centran en América del Norte y Europa.
A pesar de la sombría imagen pintada por la investigación, el profesor Luke Mosley, uno de los participantes en el estudio, expresó la esperanza de que esta visión a largo plazo de los impactos conduzca al desarrollo de nuevos sistemas de gestión del agua. También enfatizó la necesidad de mejorar la comprensión de las complejas interacciones entre factores hidroclimáticos, geográficos y humanos, y abogó por el desarrollo de tecnologías y marcos de calidad del agua para gestionar la calidad del agua en condiciones climáticas extremas cada vez más frecuentes.
En última instancia, se espera que esta investigación fomente un mayor esfuerzo global y colaboración para comprender y abordar los impactos extremos en la calidad del agua, y se insta a los gobiernos y responsables políticos a considerar planes y estrategias de contingencia para minimizar los riesgos para la calidad del agua.
Fuente: Universidad de Adelaide
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