Serbia es un país relativamente rico en recursos hídricos pero cuyo uso no está optimizado, principalmente por una infraestructura obsoleta o simplemente inexistente en muchos ámbitos. Como resultado de las guerras y una larga crisis político-económica desde la década de los años noventa, el sector del medioambiente ha sufrido la falta de nuevas inversiones y mantenimiento. En particular, en cuanto al sector del suministro de aguas y sobre todo el tratamiento de aguas residuales, ha habido una importante falta de modernización de infraestructuras y un deterioro de los servicios y de la calidad del agua. Como consecuencia, en que en algunos municipios el agua potable no cumple con los requisitos de calidad necesarios para el consumo humano y, además, en la mayoría de los municipios no existen sistemas de tratamiento de aguas ni alcantarillado lo que implica una contaminación latente de los ríos. Siendo Serbia un importante productor agrícola, el desarrollo de sistemas de riego se impone también como una de las prioridades.

Asimismo, en 2014 el país sufrió inundaciones que provocaron grandes daños a todo el país e indicaron la debilidad del sistema existente de protección de inundaciones. Además de esta mejora de infraestructura, el sector requiere una modificación legislativa para armonizar su normativa al acervo comunitario, ya que se encuentra en negociaciones para la adhesión a la UE, y consecuentemente debe cumplir con los requisitos necesarios para ello.

El sector de aguas es un sector en su totalidad gestionado y controlado por el estado. Todos los servicios de agua (abastecimiento, depuración, riego, etc.) son prestados por las empresas públicas. Mientras el Estado se ve reticente y poco favorable a la entrada del sector privado en el sector de abastecimiento de agua, la depuración en el futuro podría ser un ámbito donde se podrían considerar las concesiones.

La situación es distinta en el sector de proyectos, dominado por las empresas privadas. Aunque ya existe una competencia relativamente importante tanto de empresas locales como extranjeras que llevan a cabo sus actividades en este sector, algunas empresas españolas han logrado ganar proyectos en Serbia y en otros países de la región, contribuyendo así a una buena imagen y la mejora de conocimiento sobre la oferta española. La competencia principal proviene principalmente de Francia, Holanda y Alemania, países con una presencia larga en este mercado. Cabe mencionar que también hay un cierto número de empresas locales que ofrecen servicios de calidad y que suelen ser socios de las empresas extranjeras en los proyectos realizados en Serbia.

OPORTUNIDADES DE NEGOCIO

Es precisamente esta falta de infraestructuras adecuadas que hace de Serbia un mercado potencialmente interesante para las empresas españolas. Se puede decir que, tras varias décadas de avances modestos, últimamente se notan algunas señales del avance que podrían crear más oportunidades concretas en este mercado. Se han perfilado algunos proyectos importantes con buenas perspectivas en el próximo período. Así, la capital (Belgrado) está trabajando en el proyecto de la depuradora cuyo valor se estima en unos 771 millones de euros. Otras ciudades principales del país, como Niš o Novi Sad también desarrollan proyectos de depuradoras. Asimismo, aunque todavía estamos hablando de un sector completamente dominado por las empresas públicas o municipales, se está desarrollando poco a poco el modelo PPP que cada vez más municipios están contemplando como una manera de mejorar su situación medioambiental.

La principal fuente de financiación para este tipo de proyectos EPC es el Banco Alemán de Desarrollo – KfW que a través de su línea de préstamos a los municipios ha financiado varios proyectos de infraestructuras de agua en Serbia. Tras un período de pausa en la financiación europea, causada por el bajo nivel de realización de proyectos en este sector, desde 2017 la Unión Europea ha vuelto a confirmar su interés en financiar proyectos medioambientales en Serbia, principalmente en el ámbito de depuración de agua. El IPA 2018, de un total de 171 millones de euros, para el sector medioambiental reserva 62 millones de euros. Así de los fondos IPA 2018 debería financiarse la depuradora de Nis, uno de los principales proyectos del país, cuyo valor se estima en unos 75 millones de euros. El IPA 2020 de un total de 52,06 millones de euros de los cuales reserva 37.555.000 euros al sector medioambiental.

En cuanto a los proyectos prioritarios del gobierno de Serbia, estos están definidos tanto en la Estrategia de Gestión de Aguas, como en lista de proyectos prioritarios de infraestructuras (medioambientales, energéticas y de transporte). Según el Ministro de Medioambiente, Serbia necesitaba construir un total de 359 sistemas de tratamiento de agua en los próximos 20 y 25 años y que para ello se reservarán 5.600 millones de euros. A pesar de las complejidades del mercado, propias a la mayoría de los países en transición, el sector medioambiental serbio representa, por sus grandes carencias, múltiples oportunidades tanto de consultoría, como de construcción, suministro de bienes y equipo y en una menor medida a corto plazo, concesiones.

Fuente: ICEX