
La planta piloto de la compañía ELMASA Tecnología del Agua está siendo empleada como banco de pruebas para estudiar la reducción in situ de productos químicos en los pretratamientos con ultrafiltración en los procesos de desalación.
El estudio lo ha realizado ELMASA, Tecnología del agua, bajo contrato de la Agencia Canaria de Investigación, Innovación y Sociedad de la Información (ACIISI) del Gobierno de Canarias. Con la colaboración del Instituto Tecnológico de Canarias (ITC), dentro del proyecto DESAL+ (MAC/1.1a/094), cofinanciado por fondos FEDER a través del Programa MAC 2014-2020 .
El objetivo de este proyecto es una apuesta por la economía circular, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas. Actualmente uno de los impactos que tiene la tecnología de ósmosis inversa se genera por el elevado consumo de productos químicos.
El problema del hipoclorito de sodio
Gracias a este trabajo se han estudiado alternativas para reducir el consumo de hipoclorito sódico en los contralavados mejorados químicamente (CEB). Los cuales se realizan en pretratamientos con ultrafiltración en plantas desaladoras con una frecuencia diaria.
El uso de hipoclorito sódico genera un aumento de bioincrustación en las membranas de ósmosis, incrementando los costes de explotación al requerirse limpiezas químicas intensivas (CIP). Además de una acumulación del ensuciamiento irreversible, no eliminado en los procesos de limpieza, haciendo inviable la operación de dichas membranas.
En que consiste el estudio
En este estudio se han ensayado otras alternativas al modo de operación habitual en la planta desaladora de agua de mar de Maspalomas I de Gran Canaria. Eliminando los contralavados mejorados químicamente (CEB) y reduciendo la cantidad de hipoclorito sódico empleado. Como alternativa se han realizado limpiezas químicas intensivas cada 72 horas, modificando la duración de cada etapa de la limpieza básica y ácida en 30, 60 y 90 minutos (mini CIP’s).
Los resultados revelaron que la nueva metodología ensayada permite reducir el consumo de hipoclorito sódico en un 60%. Pero esta alternativa implica un incremento en los costes de explotación debido al incremento del consumo de otros productos químicos que se emplean en los mini CIP’s.
Además se abre una segunda línea de trabajo en la cual se analiza cómo afecta este nuevo modo de operación en la planta desaladora a las tasas de reposición de las membranas de desalación. Potenciando de esta manera una mayor sostenibilidad de la operativa y un apoyo a la estrategia de economía circular.
Fuente: ELMASA
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