La Directiva sobre los nitratos (Directiva 91/676/CEE) tiene por objeto proteger la salud humana y el medio ambiente mediante la reducción y la prevención de la contaminación de las aguas producida por nitratos de origen agrario. En virtud de la Directiva, los Estados miembros controlan sus aguas y determinan cuáles de ellas están afectadas o pueden verse afectadas por nitratos procedentes de fuentes agrarias.

Asimismo, deben designar zonas vulnerables a los nitratos: las superficies cuya escorrentía fluye hacia dichas aguas y contribuyen a la contaminación, y establecer programas de acción adecuados en tales zonas con medidas obligatorias para los agricultores. El objetivo del Pacto Verde Europeo es que la UE alcance una contaminación cero, lo que beneficiará a la salud pública, al medio ambiente y a la neutralidad climática.

En noviembre de 2018, la Comisión envió a Italia una primera carta de emplazamiento, en la que pedía a las autoridades que garantizaran la estabilidad de la red de control de los nitratos, revisaran y designaran más zonas vulnerables a los nitratos en varias regiones y que adoptaran medidas adicionales o medidas reforzadas para alcanzar los objetivos de la Directiva en varias regiones. Posteriormente, se mantuvo un intenso diálogo con las autoridades italianas, que ha dado lugar a algunos avances, pero hacen falta más medidas para abordar los problemas pendientes.

Entretanto han surgido algunas cuestiones adicionales, como la reducción de un período de cierre continuo (durante el cual está prohibida la utilización de fertilizantes) y la falta de revisión de algunos programas de acción regionales.

Por consiguiente, la Comisión envía hoy a Italia una carta de emplazamiento complementaria, en la que le concede un plazo de dos meses para subsanar las deficiencias detectadas. De no hacerlo, la Comisión podría optar por enviar un dictamen motivado.

Fuente: COMISIÓN EUROPEA