El Consejo de Administración de la sociedad mercantil estatal Aguas de las Cuencas de España (ACUAES), del Ministerio para la Transición y el Reto Demográfico, ha autorizado la firma del convenio con la Empresa Municipal d’Aigües i Clavegueram, S.A., (EMAYA) para la remodelación y ampliación de la estación depuradora de aguas residuales de Palma II con una inversión de 142 millones de euros.

La actuación declarada de Interés General del Estado, tiene por objetivo desarrollar la infraestructura necesaria para el tratamiento de todas las aguas residuales que son conducidas a la EDAR de Palma II. Hasta alcanzar la calidad requerida por la legislación española para instalaciones superiores a 100.000 habitantes equivalentes.

El sistema de saneamiento de la ciudad de Palma consta de dos estaciones depuradoras para el tratamiento de sus aguas residuales: la EDAR Palma I y la EDAR Palma II.

  • La EDAR Palma I, trata las aguas provenientes de la Bahía de Palma, el aeropuerto y el excedente de Palma II. Tiene una capacidad de 46.000 m³/día.
  • La EDAR Palma II recibe las aguas residuales generadas en la ciudad de Palma, entre playa Pineda, San Agustín y el municipio de Marratxí, así como las de polígonos industriales de la zona. En la actualidad no es capaz de tratar la totalidad del caudal de llegada, llegando a desviar hasta 23.000 m3/día a la EDAR Palma I. Además, al no disponer tratamiento de fangos, tienen que ser derivados a la EDAR Palma I.

La nueva EDAR Palma II

Esta planta permitirá pretratar la totalidad de los caudales punta en épocas de lluvia intensa (33.000 m3/h). Pasándolos por un desbaste y tamizado de 3mm, evitando su vertido directo a los cauces receptores y eliminando el impacto ambiental y estético que ello ocasiona.

El tratamiento biológico se realiza mediante fangos activos, está diseñado para tratar 90.000m3/día. Lo que supone una capacidad carga contaminante de un millón de habitantes equivalentes. Según lo establecido en la Directiva 91/271/CEE, se conseguirá también reducir las cargas de nitrógeno y fosforo, permitiendo una calidad del efluente para las condiciones más exigentes de vertido en zona sensible y de baño.

La nueva depuradora dispondrá de un tratamiento de fangos mediante digestión anaerobia e hidrólisis térmica que tendrá  un mejor aprovechamiento energético y la posibilidad de uso en agricultura. Además, se ejecutará un tratamiento terciario que permitirá la reutilización de las aguas para el riego y usos municipales de baldeo y jardines.

Finalizadas las obras y su puesta en marcha, EMAYA llevará a cabo la gestión de su explotación, en concreto, de las tareas materiales de operación, conservación y mantenimiento.

Fuente: EMAYA