
Canadá es considerado un país rico en agua al contar con importantes reservas de agua dulce —20 % del agua dulce del mundo—, sin embargo, algunas áreas, incluso en la cuenca de los Grandes Lagos, tienen suministro de agua restringido. En los últimos años, a pesar de la reducción del consumo hídrico per cápita, el consumo de agua en el país ha continuado creciendo (principalmente por la actividad industrial), situándolo entre los mayores consumidores del mundo.
Las bajas tarifas y la escasez de contadores motivan el poco control de su uso. Del consumo total, la refrigeración para generación de energía representa el 64 %; las manufacturas el 14 %; el suministro de agua municipal el 12 %; y la agricultura el 9 %.
Canadá depende en gran medida de los sistemas de infraestructura para suministrar agua, tratar las aguas residuales y las aguas fluviales. Según el Canadian Infrastructure Report Card, aproximadamente el 25 % de las infraestructuras de agua potable se encuentra en situación regular, mala o muy mala. En relación con la infraestructura de aguas residuales, cerca del 30 % se encuentra en situación regular, mala o muy mala; mientras que alrededor del 30 % de activos lineales de aguas pluviales se encuentran en situación regular, mala o muy mala.
Las tarifas de agua en Canadá están subiendo progresivamente desde comienzos del 2000. A pesar de ello, la cantidad recaudada por el uso de agua sólo cubre el 50 % de los costes de operación y mantenimiento de las infraestructuras hídricas del país, y el restante 50 % es financiado mediante impuestos. Se estima que el gasto anual per cápita en agua en 2021 ha aumentado 214 dólares (185 euros) respecto a 2011.
En relación con la prestación de servicios, la responsabilidad de la provisión de servicios de abastecimiento de agua y saneamiento recae en los municipios. No obstante, los gobiernos provinciales y el Gobierno federal cuentan con la responsabilidad de fijar estándares, gestionar los recursos hídricos y regular económicamente el sector. En lo tocante a las infraestructuras, las competencias recaen principalmente sobre los gobiernos provinciales.
A la hora de acceder al mercado de las compras públicas, Canadá se rige por las normas de contratación recogidas en los acuerdos internacionales bilaterales y plurilaterales que tiene suscritos con otros países o grupos de países. La firma del acuerdo CETA entre la UE y Canadá ha facilitado considerablemente el acceso al mercado canadiense ya que garantiza a los inversores provenientes de países de la UE un trato igualitario y equitativo en Canadá. No obstante, siguen existiendo barreras de entrada. Las principales barreras de la industria del agua residen en las importantes necesidades de capital, así como la necesidad de contar con mano de obra cualificada. En cuanto al sector de la construcción, a pesar de no ser un sector regulado, en determinados casos resulta necesario certificarse.
Por lo que concierne a las perspectivas futuras del sector, la tecnología utilizada para el suministro de agua ha evolucionado de forma constante, aunque no drástica y la utilizada para el tratamiento de aguas residuales, por su parte, ha experimentado considerables avances impulsados, principalmente, por los cambios en la regulación existente. En los próximos años, se esperan progresos en innovación y digitalización que favorezcan una mejor gestión de los activos, así como una mejor adaptación de las infraestructuras al cambio climático. Así, las oportunidades futuras del sector son múltiples.
El deterioro de las infraestructuras, sumado al envejecimiento de estas supone que las inversiones tanto a nivel federal como provincial y municipal vayan a ser multimillonarias. Ontario, Quebec, Columbia Británica y Alberta son las provincias que mayores oportunidades presentan en el sector del agua en Canadá.
La presencia de empresas españolas en el sector de las infraestructuras canadienses es relativamente reciente, pero creciente y asentada sobre experiencias de éxito. Las empresas españolas han salido adjudicatarias de proyectos de carreteras y autopistas, puentes, túneles, metro y tren ligero, embalses, hospitales, etc.; principalmente como empresas concesionarias, campo en el que son líderes mundiales: aspecto determinante para la adjudicación de contratos. En el sector del agua y tratamiento de aguas residuales, tanto Acciona como Dragados cuentan con experiencia en el país.
Fuente: ICEX
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