
El uso de la electroquímica para separar diferentes partículas dentro de una solución (también conocida como separación electroquímica) es una estrategia de eficiencia energética para la remediación ambiental y del agua: el proceso de purificación del agua contaminada. Pero mientras que la electroquímica utiliza menos energía que otros métodos similares, la energía eléctrica se deriva en gran medida de fuentes no renovables como los combustibles fósiles.
Los químicos de la Universidad de Illinois Urbana-Champaign han demostrado que la depuración del agua puede ser impulsada en parte, y quizás incluso exclusivamente, por fuentes de energía renovable. A través de un semiconductor, su método integra la energía solar en un proceso de separación electroquímica impulsado por una reacción redox, que manipula la carga eléctrica de los iones para separarlos de una solución como el agua.
Usando este sistema, los investigadores separaron y eliminaron con éxito el arseniato diluido, un derivado del arsénico, que es un componente importante de los desechos de las industrias siderúrgica y minera.
Este trabajo representa una prueba de concepto de la aplicabilidad de dichos sistemas para el tratamiento de aguas residuales y la protección del medio ambiente.
“La energía eléctrica mundial todavía se deriva predominantemente de fuentes no renovables basadas en combustibles fósiles, lo que plantea dudas sobre la sostenibilidad a largo plazo de los procesos electroquímicos, incluidas las separaciones. La integración de la energía solar promueve la sostenibilidad de las separaciones electroquímicas en general, y sus aplicaciones para la depuración del agua también benefician al sector”, dijo el investigador principal Xiao Su, investigador del Instituto Beckman de Ciencia y Tecnología Avanzadas y profesor asistente de ingeniería química y biomolecular.
Fuente: Universidad de Illinois
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