
Un equipo de investigadores internacionales ha abordado las preocupaciones y desinformación relacionadas con el segundo vertido de aguas residuales radiactivas tratadas de la central nuclear de Fukushima, que comenzó el 5 de octubre. Durante los próximos 30 años, se liberará lentamente agua tratada contaminada por la fusión de la planta en 2011 en el Océano Pacífico.
Varias naciones y grupos internacionales han expresado preocupación por los riesgos potenciales de esta descarga. Sin embargo, una revisión científica publicada en Science titulada «Los riesgos de la liberación de aguas residuales radiactivas» proporciona información completa sobre la liberación planificada y sus posibles impactos en la vida marina y los seres humanos.
Expertos de la Universidad de Portsmouth en Inglaterra, la Universidad Curtin en Australia y la Universidad Nacional de Australia evaluaron los posibles efectos basándose en evidencia científica de emisiones pasadas de radiactividad y cálculos de dosis de radiación realizados por investigadores independientes y la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Comparando con instalaciones nucleares en todo el mundo, se concluye que la descarga de tritio planeada de Fukushima es sustancialmente menor que la de muchas otras instalaciones nucleares. Las dosis de radiación previstas para la vida marina y los consumidores de productos del mar se consideran insignificantes y por debajo de los umbrales de seguridad.
Se asegura que las aguas residuales tratadas se diluyen antes de su descarga para garantizar que los niveles de tritio estén muy por debajo de los límites reglamentarios, y se monitorean cuidadosamente los niveles de otros radionucleidos para cumplir con las normas establecidas por los órganos reguladores.
Los investigadores afirman que la liberación sigue estrictas regulaciones y medidas de seguridad respaldadas por sólidas pruebas científicas sobre los riesgos de las descargas de radiactividad en los sistemas marinos. El tritio, el principal contaminante radiactivo en las aguas residuales, se encuentra en forma de agua tritiada y se considera de baja radiotoxicidad debido a su similitud química con el agua ordinaria, lo que evita su biomagnificación.
Se menciona que las liberaciones de agua tritiada ocurren en todo el mundo en niveles significativamente más altos que los de Fukushima sin causar dosis de radiación significativas. Además, se resalta la importancia de centrarse en desafíos medioambientales urgentes como el cambio climático, la sobrepesca y la contaminación plástica en lugar de centrarse en preocupaciones infundadas sobre la liberación de aguas residuales de Fukushima.
Fuente: Universidad de Portsmouth
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