
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, la resistencia a los antibióticos es una amenaza para la salud mundial responsable de millones de muertes en todo el mundo, y los ingenieros de la Universidad de Rice ubicada en Houston, han descubierto que el contenido de una muestra tomada de manera instantánea de aguas residuales puede revelar mucho sobre lo que contiene, pero no todo.
Un nuevo estudio concluye que las muestras tomadas durante 24 horas en una planta de aguas residuales urbanas brindan una información mucho más precisa sobre el nivel de genes resistentes a los antibióticos que las muestras instantáneas.
En el proceso, los investigadores descubrieron que, si bien el tratamiento secundario de aguas residuales reduce significativamente la cantidad de genes objetivo, los desinfectantes de cloro que se usan a menudo en etapas posteriores del tratamiento pueden, en algunas situaciones, tener un impacto negativo en el agua que se libera al medio ambiente.
El laboratorio de Lauren Stadler en Rice’s; la escuela de ingeniería George R. Brown informó haber visto niveles de concentraciones de ARN resistentes a los antibióticos 10 veces más altos en muestras compuestas que lo que ven en los «muestreos» instantáneos recopilados cuando el flujo a través de una planta de aguas residuales es mínimo.
Los resultados podrían conducir a mejores protocolos para el tratamiento de aguas residuales con el fin de reducir la prevalencia de genes resistentes a los antibióticos en bacterias que se propagan en las plantas y pueden transferir esos genes a otros organismos en el medio ambiente.
Debido a que los resultados de las instantáneas pueden variar significativamente durante un día determinado, se recopilaron a un ritmo constante durante 24 horas. Se llevaron a acabo dos campañas, una durante el verano y otra durante el invierno, en una planta del área de Houston que desinfecta las aguas residuales de forma rutinaria.
Tal trabajo de campo no será necesario si el monitoreo de aguas residuales en tiempo real se convierte en una realidad. Stadler es parte de una colaboración de la universidad de Rice que desarrolla sensores bacterianos vivos que detectarían la presencia de ARG y patógenos, incluido el SARS-CoV-2, sin pausa en diferentes lugares dentro de un sistema de aguas residuales.
FUENTE: Universidad de Rice
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