
Reducir los costes operativos y al mismo tiempo mejorar la eficiencia operacional y energética es uno de los retos al que se enfrenta actualmente el sector del agua y, en concreto, las EDAR (Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales). Instalar nuevos sistemas de automatización es un gran comienzo, pero no es suficiente. También es fundamental utilizar procesos efectivos, diseñados para medir y mejorar el valor operacional en tiempo real. En este sentido, Schneider Electric ha desarrollado un proceso simple, pero altamente eficaz, que maximiza el valor operacional a través de la automatización y el control de las plantas, tomando en cuenta el valor operacional como la medida en tiempo real de factores, como la reducción del coste de la energía o de los materiales, que afectan el valor de una planta.
En este contexto, debe tenerse en cuenta que, en una planta de tratamiento de aguas residuales típica, la energía eléctrica representa más del 35% de los costes operativos. Hasta el 65% de esta energía se utiliza en el proceso de aireación. La experiencia ha demostrado que se pueden reducir los costes de energía del 3% al 5% esperado gracias a la automatización y control de las plantas. Además, la aplicación efectiva de los sistemas de instrumentos y control pueden ayudar a aumentar la capacidad de una planta de tratamiento de aguas residuales hasta un 15% a 30%, lo que puede ayudar para evitar costes de capital de más de un millón de euros.
Medir, empoderar y mejorar
El proceso desarrollado por Schneider Electric se basa en tres pasos: medir, empoderar y mejorar. Quizás pueda parecer obvio, pero los dos primeros pasos prácticamente no se utilizan en los proyectos de automatización y control de las plantas de tratamiento de aguas residuales. Habitualmente, no se mide el valor de negocio de una forma que permita identificar mejoras en los procesos, impidiendo ejecutar proyectos que generen un impacto cuantificable en la planta.
El primer paso del proceso propuesto por Schneider Electric, medir, se enfoca en encontrar las medidas de valor operacional en tiempo real para toda la planta. Así tendremos un sistema en tiempo real que recopilará datos a nivel de unidad o subunidad de proceso, a partir de los equipos instalados en la planta y las variables de negocio. Con todo ello, obtendremos un sistema de contabilidad en tiempo real (RTA). Una vez desarrollado, instalado y ejecutado el sistema RTA, pasamos a la fase de empoderar al personal; es decir, utilizar los datos obtenidos para que puedan tomar decisiones más informadas. En este sentido, se crean paneles de control del rendimiento en tiempo real que utilicen las medidas RTA para guiar a cualquier persona en sus actividades diarias. Este tipo de feedback proporciona una de las oportunidades de mejora del rendimiento más efectivas para las operaciones de las EDAR.
Finalmente, en el tercer paso del proceso, mejorar, se desarrollan iniciativas de mejora específicas dirigidas a impulsar un valor operativo progresivo. La operación ha de identificar y ejecutar mejoras generadoras de valor, que incluyan la formación para los operadores, un rediseño de las estrategias de control, un control avanzado de los procesos, la optimización dinámica de procesos… El resultado final será cuantificable, y el valor exacto de cada iniciativa se podrá demostrar claramente. Para Schneider Electric este es uno de los pasos más importantes.
Proceso de CI para optimizar el rendimiento de las EDAR
En Schneider Electric, desde la división de negocio de Field Services, aplicamos un proceso de mejora continua (CI) diferencial, que permite mejorar tanto el proyecto como el trabajo del día a día, estableciendo medidas de rendimiento efectivas. No ofrecemos solo tecnología, sino un proceso probado que va a ayudar a las EDAR a ser más eficientes, sostenibles y rentables.
Para mejorar los proyectos, una vez obtenidas las medidas de RTA, estas se pueden aplicar a un proceso de CI para proyectos, usando las métricas como base para mejorar el rendimiento de las operaciones. Así, tras un análisis de las operaciones y sus problemáticas históricas, se determinarán las posibles soluciones y su tasa de coste/beneficio. Si se proponen varias soluciones, estas se priorizarán en función del coste estimado y del beneficio potencial de cada una. Así, empezaremos ejecutando la solución prioritaria, analizaremos el valor generado y buscaremos la aprobación de los responsables. A continuación, irán ejecutándose el resto de las soluciones por orden de prioridad, lo que nos permitirá ir aumentando el valor de las operaciones con cada mejora.
La innovación tecnológica también ha mejorado la actividad en una subestación de una compañía de agua de Estados Unidos. En este caso, era necesario contar con una solución inteligente que permitiera a los administradores saber cuándo el incremento de los niveles de humedad haría saltar los cortacircuitos. Esta tecnología de mantenimiento predictivo ha permitido evitar dichos fallos mitigando el impacto en seguridad de las personas y del sistema, mejorando sensiblemente todos los indicadores de mantenimiento y proporcionando un retorno de la inversión durante el primer año.
A modo de conclusión, combinar la tecnología con la CI, tanto en proyectos y procesos como en el trabajo diario, proporciona a las EDAR la posibilidad de maximizar de forma global su valor operacional.
Fuente: Schenider Electric
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