
Un nuevo estudio realizado por investigadores de la Escuela de Medio Ambiente de la Universidad de Duke revela que reutilizar el agua de los campos petrolíferos que se ha mezclado previamente con agua superficial para irrigar cultivos en el distrito de Cawelo Water del condado de Kern, en California, no plantea grandes riesgos para la salud, como temían algunos opositores a la práctica.
«No encontramos problemas importantes de calidad del agua, ni acumulación de metales y radiactividad en el suelo y los cultivos, que pudieran causar problemas de salud«, explica Avner Vengosh, profesor de calidad del agua y geoquímica en la Escuela de Medio Ambiente, cuyo laboratorio dirigió el estudio.
Ante el aumento de las sequías y la escasez de agua, algunos agricultores en el distrito de Cawelo han usado agua diluida producida en los campos petrolíferos (OPW) para el riego de sus campos durante más de 25 años, según lo permitido por la política de la Junta de Aguas de California.
Si bien el agua mezclada en campos petrolíferos contiene niveles ligeramente elevados de sales y boro en relación con el agua subterránea local, esos niveles aún están por debajo de los estándares establecidos por el Estado para el agua potable y el riego en el distrito de Cawelo.
Sin embargo, el boro y las sales de la OPW se han acumulado con el tiempo en el suelo regado. “Los agricultores del distrito deberán plantar cultivos tolerantes al boro y seguir mezclando la OPW con agua dulce para evitar la toxicidad del boro y la acumulación de salinidad en sus campos, y también para mantenerse dentro de las pautas estatales. Pero considerando todo, estas son buenas noticias«, dijo Vengosh.
Los investigadores publicaron sus hallazgos el 18 de mayo en la revista Science of the Total Environment.
“El nuevo estudio debería ayudar a calmar los temores de que los contaminantes que se producen como subproducto en la extracción de petróleo y gas en sitios próximos a terrenos agrícolas pudieran afectar a la calidad del agua y el suelo, dañar la salud de los cultivos o presentar riesgos para salud humana”, explican los investigadores.
“Esas preocupaciones suponían que el agua diluida generada por los pozos de petróleo y gas en el distrito de Cawelo contiene mezclas de sales, metales y radiactividad natural similares a la generada en los campos petrolíferos de otras regiones. Pero nuestro estudio demuestra que ese no es el caso«, afirma Andrew Kondash, un investigador que dirigió el estudio como parte de su tesis doctoral de 2019 en la Universidad de Duke.
«La OPW producida en el condado de Kern está mucho más diluida y es menos salina que la OPW común de otras partes del país, por lo que puede usarse para riego si se mezcla con agua superficial«, dijo Kondash.
“Determinar si es seguro usar el agua de los campos petrolíferos para riego en otros lugares requeriría un conjunto similar de pruebas de agua y suelo. No se puede suponer que los resultados de este estudio podrían aplicarse al agua de otros campos petrolíferos, donde la salinidad es típicamente mucho más alta«, concluyó Kondash.
Fuente: Universidad de Duke
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