
“Nos encontramos en un territorio inexplorado: intentando encontrar contaminantes que quizás todavía no cuenten con regulaciones que nos permitan controlarlos”, asegura Carol Walczyk, vicepresidenta de calidad y cumplimiento en Suez Norteamérica.
El impacto de contaminantes emergentes en los distintos cuerpos de agua y en la salud pública, en particular las sustancias polifluoroalquiladas (PFAS, por sus siglas en inglés), fue el tema de discusión durante el más reciente webinar de la Plataforma de Acción del Agua, que se llevó a cabo el pasado 21 de enero.
El evento permitió explorar la investigación y tecnologías sobre los PFAS, compuestos artificiales que se encuentran en muchos productos de consumo, sobre todo en tejidos, productos de limpieza, pinturas y espumas contra incendios. La capacidad de estas sustancias de permanecer intactas durante largos períodos de tiempo implica que los niveles de PFAS pueden acumularse de manera significativa en el medio ambiente.
“Todavía estamos aprendiendo sobre los potenciales efectos en la salud que puede causar la bioacumulación de ciertos químicos PFAS en nuestros cuerpos”, apuntó el presidente de Isle, Dr. Piers Clark, quien hizo las veces de moderador en este evento abierto, “pero la evidencia reunida hasta la fecha ya sugiere que puede derivar en graves problemas de salud. Como sector del agua, debemos ser conscientes de este problema y responder de manera proactiva para abordarlo».
Un territorio inexplorado
Carol Walczyk conversó, como experta del sector, sobre los desafíos y oportunidades de identificar las nuevas y desconocidas vías fluviales a través de las cuales ingresan dichos contaminantes: «Necesitamos trabajar para construir una imagen confiable y sólida sobre los riesgos que nos permita responder de manera apropiada».
“Pero llevar a cabo esto no es fácil, ni económico. Más importante aún, no es algo que las empresas de agua puedan hacer solas. Debemos compartir nuestro aprendizaje y experiencias para que todos en el sector del agua puedan beneficiarse», añadió Carol.
Tres tecnologías innovadoras reveladas
El foco del debate se centró en los contaminantes emergentes, durante la presentación de distintas tecnologías en el seminario web, que contó con tres innovaciones de Europa y Australia. Estas comprenden, respectivamente, una innovadora membrana de lámina plana de cerámica, un sistema de filtración enzimática de baja energía y un nuevo proceso catalítico que imita el proceso de defensa natural del cuerpo humano.
La primera, Cerafiltec, de Alemania, es probablemente el módulo de membrana de lámina plana de cerámica más innovador del mundo actualmente.
“El aspecto clave aquí es que las membranas de lámina plana de cerámica tienen mucho más que ofrecer que las membranas de ultrafiltración (UF) convencionales”, explicó el director ejecutivo de Cerafiltec, Julius Gloeckner. «Por ejemplo, permiten la combinación de adsorción y filtración en un solo paso, permitiendo así la eliminación selectiva de contaminantes disueltos, como las PFAS».
Cerafiltec ha demostrado que sus membranas pueden eliminar PFAS hasta debajo de los límites detectables, desde 2.000ppt (partes por mil) en el agua de alimentación.
“Actualmente hay unos 600ml/día de capacidad instalados utilizando membranas cerámicas de lámina plana, donde se podría aplicar este proceso de adsorción. El proceso genera importantes ventajas tecno-comerciales”, añadió Gloeckner.
La siguiente innovación presentada en el evento fue de Pharem, de Suecia, que produce un sistema de filtración enzimática de bajo consumo energético diseñado específicamente para remover micro contaminantes orgánicos, como los residuos farmacéuticos.
“Esta tecnología puede integrarse en plantas de tratamiento existentes. El sistema se autoalimenta por gravedad y puede ser completamente funcional con poca o incluso ningún consumo de energía eléctrica, principalmente porque las enzimas no requieren de energía adicional”, explicó el fundador y director ejecutivo, Martin Ryen.
La efectividad del sistema de filtración Pharem se ha demostrado en más de 500 contaminantes diferentes, con tasas de eliminación del 66% al 95%. Pharem actualmente colabora con la empresa sueca de tecnología limpia, Malmberg, para la instalación de esta innovación tecnológica en los países nórdicos, y está dispuesta a trabajar con otros en ensayos de compuestos farmacéuticos y/o compuestos de cloruro de carbono.
Por último, la empresa australiana Infinite Water presentó Hydroxon, un proceso catalítico de oxidación avanzada que desarrollaron para eliminar metales, compuestos orgánicos disueltos y otros compuestos refractarios tóxicos o no biodegradables.
Joshua Pinto, director de ventas, profundizó: “La idea del proceso Hydroxon surgió inicialmente al observar el proceso de defensa que usa el cuerpo humano contra los microbios. Los seres humanos poseen en su organismo células de defensa especiales que detectan, encapsulan y destruyen (mediante oxidación) cualquier bacteria intrusa”.
Al igual que Pharem, Hydroxon es una solución de bajo consumo energético. El fabricante afirma que el consumo total de energía de una unidad Hydroxon es inferior a 0,1 kWh/m³ y que puede sustituir varios procesos en un tren de tratamiento convencional.
Infinite Water tiene instalaciones piloto y comerciales con empresas de servicios de agua y diversas industrias (agricultura, alimentos y bebidas, impresión y envasado, y minería) en Australia, Nueva Zelanda, China y Bangladesh. Adicionalmente, Isle ha realizado pruebas en colaboración con Hydroxon en cuatro empresas de agua australianas.
Fuente: ISLE UTILITIES
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