Un informe reciente titulado «No Excuses, NYC: Replace Lead Drinking Water Pipes Now» destaca la preocupante situación de las tuberías de plomo en la ciudad de Nueva York. Según el informe, se estima que alrededor del 21% de los residentes de la ciudad, o uno de cada cinco neoyorquinos, reciben agua potable a través de tuberías de servicio de plomo. El informe también señala que la regla federal de plomo y cobre no es suficiente para proteger contra la exposición al plomo y describe el alcance del problema en toda la ciudad, incluidos datos por condado y vecindario. Además, identifica fuentes de financiación para reemplazar las tuberías de plomo y analiza el caso de estudio de Newark, Nueva Jersey.

El informe utiliza datos de diversas fuentes, como la base de datos de votantes y consumidores, así como el Departamento de Protección Ambiental de la Ciudad de Nueva York, para proporcionar información detallada. Revela que hasta el 41% de las líneas de servicio de agua en la ciudad son de plomo o pueden contener plomo, afectando a alrededor de 902.974 hogares y 1.845.119 personas. Mientras que algunos condados están por debajo del promedio, como Staten Island y Queens, otros están por encima, como Brooklyn, Manhattan y el Bronx. El vecindario de Port Richmond en Staten Island tiene la mayor proporción de líneas de servicio de plomo, mientras que Fresh Meadows en Queens tiene la tasa más baja.

El informe también destaca la necesidad de tomar medidas para abordar este problema. Joan Leary Matthews, abogada senior de la Iniciativa de Agua Segura del NRDC, enfatiza la importancia de encontrar soluciones reales y no dar excusas, especialmente debido al impacto perjudicial del plomo en los niños y las comunidades de color y bajos ingresos. El informe menciona el éxito del reemplazo de tuberías de plomo en Newark, Nueva Jersey, y llama a la ciudad de Nueva York a adoptar una voluntad política similar para proteger a sus residentes.

Varios expertos y defensores del medio ambiente también se hacen eco de la urgencia de abordar este problema. Joshua Klainberg, del Fondo de Educación de Votantes de la Liga de Conservación de Nueva York, insta a los líderes electos a actuar rápidamente para reemplazar todas las tuberías de plomo de manera eficiente y equitativa. Marissa Lieberman-Klein, abogada asociada de Earthjustice, señala que hay fondos federales y estatales disponibles para el reemplazo de tuberías de plomo, y cita a Newark como un ejemplo exitoso. Brandon Kielbasa, del Comité de Cooper Square, enfatiza que incluso una exposición crónica de bajo nivel al plomo puede afectar la salud de los niños y adultos, y pide a los legisladores de la ciudad de Nueva York que tomen medidas inmediatas.

Finalmente, Lonnie Portis, de WE ACT for Environmental Justice, resalta que el informe debería ser una llamada de atención, ya que el plomo es una neurotoxina peligrosa con impactos en la salud a largo plazo. Urge al alcalde y al Consejo Municipal a tomar medidas para proteger a las comunidades vulnerables.

 

Fuente: Natural Resources Defense Council