La indisciplina y avaricia humana están pasando factura a la calidad del agua dulce disponible. Buscar estrategias para mantener de forma sostenible los recursos hídricos se ha convertido en una prioridad a nivel global.

 

Recientemente, los científicos han desarrollado una solución sostenible, económica y respetuosa con el medio ambiente, para el tratamiento de aguas residuales urbanas y comprobar la utilidad del agua tratada para la piscicultura. Este método está basado en el potencial de las algas para remover un gran número de químicos contaminantes y varias bacterias del agua.

La demanda, siempre creciente, de agua dulce ha provocado la rápida disminución de sus fuentes y los científicos han estado intentando encontrar estrategias para tratar aguas residuales para su reutilización, con la intención de suplir futuras demandas. Hoy en día, las técnicas de tratamiento de aguas más comunes incluyen el empleo de químicos o radiación ultravioleta para matar microorganismos o eliminar contaminantes. Pero estas técnicas convencionales tienen varios inconvenientes, como el efecto tóxico de las sustancias químicas en nuestra salud o la elevada energía que requieren las instalaciones para su funcionamiento. Con la intención de crear un sistema sostenible para el tratamiento de aguas residuales, el foco se centró en las tecnologías más económicas y respetuosas con el medio ambiente.

Una de estas tecnologías, que se encuentra bajo exploración, incluye el empleo de microorganismos acuáticos, como las algas, de los cuales se sabe que degradan moléculas complejas. Recientemente, un equipo de científicos de India, Corea y Rusia, liderados por el Dr. Pankaj Kumar Chauhan de la universidad de Shoolini, India, han desarrollado una tecnología de tratamiento de aguas basada en la biorremediación de algas.

Las algas cubren rápidamente los cuerpos de agua con una película verde o causan mareas rojas, usando el nitrógeno, el carbón, el fosforo o los metales pesados presentes en el agua como fuente de alimento. Una alta carga de algas en el agua produce una competición por los nutrientes y la luz solar con otros microorganismos, lo que termina en una reducción del número de bacterias presentes en el agua. Estas son algunas de las propiedades que convierten a las algas en agentes purificadores de aguas residuales muy prometedores. Además, está el hecho de que son respetuosas con el medio ambiente, autosuficientes y económicas.

El Doctor Chauhan explica las bases de la tecnología desarrollada por su equipo: “Hemos seleccionado una nueva microalga conocida como Pseudochlorella pringsheimii por su alta tolerancia a la carga contaminante y su capacidad para crecer en un amplio rango de temperaturas. Además, en condiciones de estrés, la P. pringsheimii es conocida por acumular grandes cantidades de lípidos en sus células, lo que abre la posibilidad de utilizarla en procesos de síntesis de biocombustible.”

Para sus experimentos, los investigadores recolectaron la microalga P. pringsheimii de un pantano natural y la cultivaron en tanques artificiales de agua residual urbana cruda, la cual contenía metales pesados y bacterias resistentes a los antibióticos. Después de 14 días de cultivo, midieron tres parámetros en el tanque: la calidad del agua, y el crecimiento y composición bioquímica de la P. pringsheimii. También pronosticaron la posibilidad de utilizar el agua tratada con microalgas para las piscifactorías.

Los descubrimientos de este estudio piloto fueron muy alentadores. El cultivo de P. pringsheimii mejoró significativamente la calidad del agua, al eliminar metales pesados y microorganismos peligrosos. El doctor Chauhan explicó muy entusiasmado: “Después del tratamiento, observamos que los niveles de contaminantes indicadores del agua como la demanda química de oxígeno (COD), la alcalinidad, y la dureza se redujeron un 83.2%, 66.7% y 69.6%, respectivamente. Es más, el crecimiento natural del alga casi elimina el total de bacterias y coliformes presentes en el agua. También observamos un incremento significante en el contenido de lípidos en la biomasa creciente de algas presente en el agua residual en comparación con el alga presente en el medio de control. Esto significa que esta alga puede ser reciclada para la síntesis de biocombustible.”

Otro factor a tener en cuenta es que, mientras que ningún pez lechón sobrevivió en el agua residual cruda, en el agua tratada, no solo el 84% de los peces sobrevivieron, si no que su masa corporal aumentó un 47% en un plazo de 10 días.

Esta nueva tecnología es un éxito remarcable para el éxito en la investigación de tratamientos respetuosos con el medio ambiente. El Dr. Chauhan espera que su técnica de tratamiento basada en la biorremediación por micro-algas allane el camino para un futuro más verde y sostenible.

 

 

Fuente: Universidad de Shoolini